domingo, mayo 01, 2005

Pésame de un Asesino.



Quise ver tu despegue
de noche en fuga
escuchar, crepitar
leñas nocturnas,
vertebras duras.

Observarte tendida,
tranquila y glacial,
pareciendo dormida,
enfriar cada poro
salino de tu sabana.

Que no resbalen lágrimas
del cristal empañado
ocular, de mí neblina;
ni temblor, ni voz quebradas,
rezos,
pambazos,
café,
¡que diablos!
hasta abrazos.

Pesarte antes de rígida,
plancharte con sudor de brazo,
pinchazo de barba en vida,
y de rodilla en pasto.

Visión de casa y cuento,
de lodo en codo,
de costra, una de oruga,
de amargas colgantes lagrimales,
de pino hambriento,
de mi que estaba adentro,
con deseo,
de todo y de un sin tí,
que... ¿no puedo?
berreo.

Panque de cuello azucarado,
con dientes de cristal,
de caña dura,
violaceas venas hinchadas,
curtidas,
vacías,
popotes,
¡que diablos!
quienes devoramos.

Fauces voraces,
que el tejido epitelial,
cortado con filo de uña,
consumes y casi sin querer,
disfrutas.

Que el fantasma,
que comes y dejas vacío,
no sea ni pan duro,
ni sembradío amarillo,
pelos de gato negro,
picantes,
punzantes,
pesados,
¡que diablos!
que vivan...

... los que asesinamos.

1 Comments:

Blogger Sobrevals said...

you really surprise me! you know every peace of me... every blink i do... but i'll allways surprise you... have a nice sssfffsssfff

8:43 a.m.  

Publicar un comentario

<< Home

eXTReMe Tracker