Maria José (Primera parte)
Esta, queridos amigos lectores es mi primera pequeña novela escrita en mi blog, su nombre es "Maria José, de la soledad y sus demonios". Espero que alguna parte de ustedes se encuentre en alguna parte de Maria José...
PRIMERA PARTE
Caminaba apresurada por la Av. Juárez, eran casi las tres de la tarde y si no hubiera sido por la aburridísima platica de Orientación Vocacional que retardo la salida de la escuela, no tendría que ir a zancada larga ni jadeando con el dolor de caballo (quizás un buen indicador de la falta de ejercicio que tenemos algunos). Ese día era ya 14 de Octubre y era tiempo de que llegara el paquete de Turquía, ya se habían cumplido los días del envío desde esa mística ciudad de Azur-Yehze. El sol intenso hacía ver su frente como se ven las charolas metálicas con manchitas cuando arriba tienen un foco; al salir de la escuela, sola como siempre, se tropezó de nuevo con Teo, el indigente que caminaba rengueando de un pié, desde hace más de un año que no lo veía y siempre le habían intrigado sus apariciones y mucho más aún sus desapariciones, cuando no lo encontraba con un suéter de lana roto subiendo la cumbre hasta su fantasmagórica casa lo encontraba en el parque tocando algún instrumento raro, Teo, como le decía la gente a ese místico personaje de San Alfonso Labrador, se había convertido desde hacía algún tiempo en una imagen viva en Maria José, sobre todo cuando pensaba en sus cosas, en la gente que parece rara, en la gente como ella.
Nunca se supo ni de donde llegó ni a qué Teo al pueblo, no hablaba con nadie y su única interacción al parecer era con un perro viejo y pulgoso al que se le comenzaban a notar síntomas de alguna eterna enfermedad respiratoria; sin embargo Teo siempre había sido un personaje muy vivo en la vida de Maria José, en la infancia, cuando no le hallaba un cuerpo ni un rostro definido a lo que la gente grande llamaba "El Coco", ella imaginaba que El Coco seguramente era muy parecido a Teo, cuando lo veía en la calle andar y le dirigía alguna sonrisa malhecha, el corazón de la pequeña Maria José le latía como un tambor y pensaba que, como la gente decía, Teo se comía a las niñas berrinchudas: de que tenía los dientes para hacerlo, no le quedaba duda.
Desde los festejos de Semana Santa en San Alfonso Labrador, ella no recordaba haber vuelto a ver a Teo, en aquella ocasión Teo iba tomando fotos con una vieja Polaroid, al parecer Teo intentaba tomarle fotos a las bocas (fauces) abiertas de las viejecillas cantantes de voces temblorosas, al principio imaginó sarcásticamente que aquellas dentaduras estaban en tan mal estado y supongo que en aroma también, que Teo seguramente vendía las fotografías en pueblos lejanos como muestras de animales exóticos de estas tierras. Había vuelto al pueblo y eso la llenaba de estupor, había decidido, pese al pasado, en el que Teo era la figura del monstruo que llegaría si no se terminaba la sopa de letras, intentar acercarse de una vez por todas al interesante Teo.
Imaginando y divagando a cerca de como sería la vida oculta de Teo (al parecer Teo mismo era un misterio), llego al centro de la ciudad y escucho desde atrás de un semáforo en rojo (el único semáforo de San Alfonso Labrador) el sonido como de pisada de un gigante con botas de acero cuando se cerró la cortina de "Envíos Burriexpress"; impasible por correr hacia el local y deseando poder atravesar los coches ruidosos que atravesaban la avenida principal con el éxito "Me gusta tu mama y yo también a ella" Maria José se mordía los dedos y no dejaba de moverse, no toleraba la idea de esperarse hasta el día siguiente a ver los zapatos turcos.
Era una rara afición lo acepto, y quizás también para usted lo sea, pero Maria José coleccionaba zapatos de diferentes partes del mundo, ya en una ocasión había hecho traerse unos zapatos de la Patagonia juntando los ahorros de año y medio, un préstamo forzado de su hermano menor Zonzo (así lo refiero porque nunca escuché que lo llamaran por su nombre real) y una apuesta ganada en ajedrez con su papá aunque cabe decir que no todas las veces tenía que hacer tantos esfuerzo en obtener esos zapatos raros, ya habían ocurrido algunas ocasiones menos tormentosas para encontrarse con zapatos irrealesm, (y en esta ocasión especial, muy feos) así fué cuando su mamá le trajo unos choclos negros de León, Guanajuato, con características únicas que los hicieron inaugurar su colección menos idolatrada:"Zapatos para ir a la escuela".
El día siguiente, el ombligo de los meses con 30 días, sería la ya repetitiva y apestosa Feria Anual de San Alfonso Labrador y eso significaría un "Burriexpress" cerrado hasta el martes 23, dejándola con la incógnita del color, la textura de los zapatos y hasta quizá también la cosquilla de probar el seguramente aceitoso sabor de los cabetes...
Hacía mas o menos tres años, Maria José, intolerante a lo que ella llamaba "Nefastejos", decidió que de regalo de sus románticos quinceaños, quería la reciente iMac color verde turquesa de reciente lanzamiento de la firma Apple Maccintosh; tenía para ese entonces una gran (así le llamo yo) "Ansia de Red", y pese a que su gusto por el Hombre Araña podría caber aquí, esta ansia de red se refería mas bien a algunos pendientes anotados ya en su libreta "azul y rojo". Había encontrado en algunas de sus investigaciones en revistas y artículos de periódico las referencias a esta nueva y peligrosísima herramienta y, hay que admitirlo, había oído hablar de temas obscuros al respecto en platicas de compañeros de clase, eran toda esa serie de rumores que circundan al Internet y de entre todos, los ciertos y los que no, la emocionaba máxime y en definitiva, la posibilidad de traspasar las fronteras de la gente conocida y trivial para sumergirse en un mundo de información que quizás le daría la oportunidad de encontrar a alguien como ella.
Su primera página en consultar fué www.apple.com misma a la que dedicó la mínima cantidad de 1.7 segundos, (creo que ningún coche llega a los 100 km/h en esa fracción: vertiginosa), así que convencida de que ya podía navegar y habiendo probado la primera página funcionando, se sumergió en Internet todo ese verano, la mayor parte del día estaba ahí, como un cable más de la computadora, inseparable y leal a su artístico monitor; solo le dejaba algunos momentos al día como para saludar en el desayuno y para morder alguna paleta Tutsi de vez en cuando; la búsqueda había sido retrasada ya hacía mucho tiempo y no había mas que perder.
Jhar se convirtió en su primer amigo por la red, lo conocío en un salón de pláticas de "Talk Planet", era el mejor servicio de chattering que había encontrado a través de www.askjeeves.com y pese a la inigualable derrota en los cursos sabatinos en "Espiknglich" , el lenguaje no era un impedimento para conocer a gente de todo el mundo, no podía serlo y menos en el momento en el que el universo le estaba abriendo esta puerta. En su primera ocasión con estas salas de comunicación de gente solitaria y ociosa, Jhar se convirtió en su mejor amigo, tal vez porque tampoco el hablaba muy bien español. Jhar estaba buscando alguien de Atlanta para hacer amigos ya que pasaría sus vacaciones decembrinas en esa ciudad y por otro lado Maria José buscaba encontrar a alguien que fuera exactamente lo contrario a la gente que conocía. Jhar en el presente era la persona que había mandado la última muestra de aprecio por Maria José, haciéndose mandar unos zapatos muy únicos desde su ciudad natal turca hasta un recóndito pueblo con nombre feo y aunque para él era una muestra importante y reconocimiento por las grandes aportaciones que Maria José a sus entonces 15 años le había dado al problema que él a sus 32 había superado, entendía la opinión encontrada de Maria José que durante tres años le insistió por unos zapatos que aguardaban en algún estante de un local cerrado del centro...
Nunca se supo ni de donde llegó ni a qué Teo al pueblo, no hablaba con nadie y su única interacción al parecer era con un perro viejo y pulgoso al que se le comenzaban a notar síntomas de alguna eterna enfermedad respiratoria; sin embargo Teo siempre había sido un personaje muy vivo en la vida de Maria José, en la infancia, cuando no le hallaba un cuerpo ni un rostro definido a lo que la gente grande llamaba "El Coco", ella imaginaba que El Coco seguramente era muy parecido a Teo, cuando lo veía en la calle andar y le dirigía alguna sonrisa malhecha, el corazón de la pequeña Maria José le latía como un tambor y pensaba que, como la gente decía, Teo se comía a las niñas berrinchudas: de que tenía los dientes para hacerlo, no le quedaba duda.
Desde los festejos de Semana Santa en San Alfonso Labrador, ella no recordaba haber vuelto a ver a Teo, en aquella ocasión Teo iba tomando fotos con una vieja Polaroid, al parecer Teo intentaba tomarle fotos a las bocas (fauces) abiertas de las viejecillas cantantes de voces temblorosas, al principio imaginó sarcásticamente que aquellas dentaduras estaban en tan mal estado y supongo que en aroma también, que Teo seguramente vendía las fotografías en pueblos lejanos como muestras de animales exóticos de estas tierras. Había vuelto al pueblo y eso la llenaba de estupor, había decidido, pese al pasado, en el que Teo era la figura del monstruo que llegaría si no se terminaba la sopa de letras, intentar acercarse de una vez por todas al interesante Teo.
Imaginando y divagando a cerca de como sería la vida oculta de Teo (al parecer Teo mismo era un misterio), llego al centro de la ciudad y escucho desde atrás de un semáforo en rojo (el único semáforo de San Alfonso Labrador) el sonido como de pisada de un gigante con botas de acero cuando se cerró la cortina de "Envíos Burriexpress"; impasible por correr hacia el local y deseando poder atravesar los coches ruidosos que atravesaban la avenida principal con el éxito "Me gusta tu mama y yo también a ella" Maria José se mordía los dedos y no dejaba de moverse, no toleraba la idea de esperarse hasta el día siguiente a ver los zapatos turcos.
Era una rara afición lo acepto, y quizás también para usted lo sea, pero Maria José coleccionaba zapatos de diferentes partes del mundo, ya en una ocasión había hecho traerse unos zapatos de la Patagonia juntando los ahorros de año y medio, un préstamo forzado de su hermano menor Zonzo (así lo refiero porque nunca escuché que lo llamaran por su nombre real) y una apuesta ganada en ajedrez con su papá aunque cabe decir que no todas las veces tenía que hacer tantos esfuerzo en obtener esos zapatos raros, ya habían ocurrido algunas ocasiones menos tormentosas para encontrarse con zapatos irrealesm, (y en esta ocasión especial, muy feos) así fué cuando su mamá le trajo unos choclos negros de León, Guanajuato, con características únicas que los hicieron inaugurar su colección menos idolatrada:"Zapatos para ir a la escuela".
El día siguiente, el ombligo de los meses con 30 días, sería la ya repetitiva y apestosa Feria Anual de San Alfonso Labrador y eso significaría un "Burriexpress" cerrado hasta el martes 23, dejándola con la incógnita del color, la textura de los zapatos y hasta quizá también la cosquilla de probar el seguramente aceitoso sabor de los cabetes...
Hacía mas o menos tres años, Maria José, intolerante a lo que ella llamaba "Nefastejos", decidió que de regalo de sus románticos quinceaños, quería la reciente iMac color verde turquesa de reciente lanzamiento de la firma Apple Maccintosh; tenía para ese entonces una gran (así le llamo yo) "Ansia de Red", y pese a que su gusto por el Hombre Araña podría caber aquí, esta ansia de red se refería mas bien a algunos pendientes anotados ya en su libreta "azul y rojo". Había encontrado en algunas de sus investigaciones en revistas y artículos de periódico las referencias a esta nueva y peligrosísima herramienta y, hay que admitirlo, había oído hablar de temas obscuros al respecto en platicas de compañeros de clase, eran toda esa serie de rumores que circundan al Internet y de entre todos, los ciertos y los que no, la emocionaba máxime y en definitiva, la posibilidad de traspasar las fronteras de la gente conocida y trivial para sumergirse en un mundo de información que quizás le daría la oportunidad de encontrar a alguien como ella.
Su primera página en consultar fué www.apple.com misma a la que dedicó la mínima cantidad de 1.7 segundos, (creo que ningún coche llega a los 100 km/h en esa fracción: vertiginosa), así que convencida de que ya podía navegar y habiendo probado la primera página funcionando, se sumergió en Internet todo ese verano, la mayor parte del día estaba ahí, como un cable más de la computadora, inseparable y leal a su artístico monitor; solo le dejaba algunos momentos al día como para saludar en el desayuno y para morder alguna paleta Tutsi de vez en cuando; la búsqueda había sido retrasada ya hacía mucho tiempo y no había mas que perder.
Jhar se convirtió en su primer amigo por la red, lo conocío en un salón de pláticas de "Talk Planet", era el mejor servicio de chattering que había encontrado a través de www.askjeeves.com y pese a la inigualable derrota en los cursos sabatinos en "Espiknglich" , el lenguaje no era un impedimento para conocer a gente de todo el mundo, no podía serlo y menos en el momento en el que el universo le estaba abriendo esta puerta. En su primera ocasión con estas salas de comunicación de gente solitaria y ociosa, Jhar se convirtió en su mejor amigo, tal vez porque tampoco el hablaba muy bien español. Jhar estaba buscando alguien de Atlanta para hacer amigos ya que pasaría sus vacaciones decembrinas en esa ciudad y por otro lado Maria José buscaba encontrar a alguien que fuera exactamente lo contrario a la gente que conocía. Jhar en el presente era la persona que había mandado la última muestra de aprecio por Maria José, haciéndose mandar unos zapatos muy únicos desde su ciudad natal turca hasta un recóndito pueblo con nombre feo y aunque para él era una muestra importante y reconocimiento por las grandes aportaciones que Maria José a sus entonces 15 años le había dado al problema que él a sus 32 había superado, entendía la opinión encontrada de Maria José que durante tres años le insistió por unos zapatos que aguardaban en algún estante de un local cerrado del centro...
Continuará...
Oyendo...
Un delicioso ventilador... y un "Si puedo volverte a ver" insipiente de Benny Ibarra con Miguel Bosé en el chat al fondo...
Pensando...
El frío entra por partes en especial, por los pies, por las orejas y por la ausencia.
Pendientes...
Terminar Alexandros y Psicologia de la Posible Evolución del hombre.
Renovar libros de la biblioteca
Ir a ver movie con Nadia
Mis lagartijas hormigueras... jeje...
3 Comments:
I HAVE WROTE SOMETHING SPECIAL FOR YOU, BUT, THIS FUC$#"%# THING HAS ERASED EVERYTHING.
SO, WHEN I NEED TO WRITE AGAIN, I HOPE WRITE TO U.
I JUST WANNA SAY... THE SUNSHINE IS COLD?
Creo que puede ser una historia muy interesante. Y ya quiero saber que pasa con Maria José y sus zapatos. Yo quiero unos zapatos diferentes también!!!
Me da gusto que escribas, leas y sobre todo que seas leido.
Ok... la historia va por buen camino, solamente que el título es lo que no me gusta... Me parece una copia de García Márquez y siento que no tiene nada que ver con la historia. Aunque faltaría ver el final... Se me hace como que le pensaste mucho al título, tal vez María José está bien pero en mi opinión podrías hacer algo más creativo con él.
--abeja
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