jueves, febrero 09, 2006

Víspera

La espera; creer que ha de suceder algo, especialmente si es favorable, es inevitablemente algo con lo que vivimos.

Estos días del último semestre han sido muy así, han tenido mi carga persona de espera excedida, y parece que cuando creés en lo que va a pasar y no pasa, es entonces momento de cambiar las expectativas y secarse el agua de los cachetes.

Podríamos pensar en cambiarlas por cosas mas sencillas o más simples, cambiarle el código postal a uno que le llega a todos, o bien, preguntarle al cartero por algún buen sitio para recibir cosas, alguno donde lleguen emocionantes y verdes brillantes, en dorados y refrescantes puestas borrachas de sol.

Esperar, sería mejor no hacerlo? Dicen algunos que cuando uno puede dejar de espear cosas se encuentra la felicidad, tal vez deberiamos preguntarle a la lámpara de Diógenes o los jazmines del Tibet.

Usted amigo lector, espera algo, un abrazo cálido, una hija de pelos rizados, una casa blanca con hamacas enfrente del mar, una langosta con frijoles negros? Espera algo, la navidad acaso? su graduación? una dulce de chamoy? No es que no llegue, es que viene tardío...

Deambulada ayer por la noche en la biblioteca y encontré un libro que con rojo decía "What you are and what you aren't". Alguién nos lo tiene que decir? lo tenemos que descubrir ? Por que no podemos elegir que ser o como ? Luego entonces, tenemos que aceptar lo que nos toca vivir? o es mejor luchar? o para que si ya esta escrito? Hasta donde llega el esfuerzo? Que nos alcanza con nuestro tiempo?

Yo no lo sé y mucho se ha escrito al respecto, son al fin intentos... sin embargo, me resisto a buscar respuestas que se encajan en las personas para producirnos bienestar; yo no quiero estar bien si es con una idea que calma o ayuda a estar contento pero que carece de realidad; y luego, si la verdad de la cuestión amarga el asunto? Que pasa? Tengo que elegir entre saber la verdad o sentirme bien? peor aún, puedo elegir?

Las personas se pintan el pelo, se cambian el sexo, se clonan, se transfiguran, se producen para eso que esperan, se ilusionan y dejan en manos de tintes y bisturies las esperanzas, la posibilidad de que, tal vez, sea factible. Que somos? Soldados de nuestros disparatados sueños? Esclavos de nuestros deseos? Que deberiamos ser?

Hay tarea que hacer, no espero un 100 ni un 50, espero aprender que espero de la tarea que hago, porque no lo sé bien. Me tengo que ir de estas líneas pero a las que quiero ir, estan lejos y son deliciosas... Xi!

Las manecillas de reloj suenan y ayer, con el atípico insomnio se dejaban caer idénticas a los soldados marchando, parece que el corazón tiene sonido de reloj porque en mi cuarto no hay ningún mecanismo del tiempo que no sea mi vida que se extingue o la de Tremebunda que la seduce.

Algún arabe una vez dijo "Avienta tu corazón al frente; y corre para alcanzarlo".

Otra vez, otro hombre, lo avento para confiarlo a otro atrapador, este, no lo cachó por agarrar otro, pero pensando que podría atrapar ambos, volteo para capturar al primero; había nada en el cielo; supo que se había caído cuando sintió, en su pie, que lo estaba pisando.

Hoy me siento en llamas,
descarapelado de la dermis y
extintas, a pesar mío, las esperanzas;

Hoy me siento en una silla azul,
y nada fuera de mí parece quemarse,
es solo que mis ojos ven lo candente?

Hoy quiero saber por que me quemo,
nadie es culpable, ni yo ni tú, pero entonces quien?

Y una abeja, con sus alas, se pasea junto a mí,
para apagar el fuego y hacer miel después, tal vez conmigo.

1 Comments:

Blogger Sobrevals said...

Hola Vrolok... espero que el fuego que arde sea el deseo de seguir tus sueños, ser libre como siempre lo has sido.

9:02 a.m.  

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