Lamento Lloyd Aeroboliviano.

Desde mi partida del país han acontecido y traspapelado tantas cosas que intentar contar todas las que quisiera me resultaría imposible y, reconociendo el carácter explicativo y de disculpa que siempre me acompaña debería mejor darle rienda a los recuerdos mas cortezales.

Bien, el vuelo por Lloyd Aeroboliviana parecía algo afortunado cuando a mi ticket le pegaron la elite estampa que decía "Business Class": la causa, no la sé, pero ahora sé que les dan comida gourmet y vino de primera calidad, que se disfruta en unos asientos que parecen reposets. Hubo escala en San Salvador para cargar combustible (Noticia: Conviene ir a cargar combustible a El Salvador, es más barato), después una escala en Guayaquil para llegar a mi última escala en el Aeropuerto Viri-Viri en Bolivia. De ahí bajamos para tener un pequeño proceso de reingreso y así volar hasta el siguiente destino que era el Aeropuerto Internacional de Ezeiza en la Ciudad de Buenos Aires.

Resulto muy curioso reconocer a un señor grande y afable que sostenía un cartel con una letra malograda que decía: Alfonso Beltrán / Universidad de Belgrano; era el dueño de un "remise", un tipo de taxi pero que no viste la coraza, una persona normal que conduce su auto como servicio, la ventaja o la peculiaridad no la sabría decir, aunque en México si usas remise en lugar de Taxi pareciera que en lugar de llevarte un auto de sitio al antro te llevo un tío o tu papá...je!

La plática se diversificó mucho, sobre todo cuando le conté el lamentable hecho de la no llegada de mi equipaje y comentamos acerca de la ya sabida crisis argentina y su antigua empresa de tuberias entre otras cosas, me hizo también la recomendación de donde comprar y hacerle frente al frío inferman (se puede decir eso?) y finalmente nos despedimos habiendo terminado una buena plática en lo que el concluía diciéndome que no debía ni un céntimo, que el remise lo había pagado la Universidad, me regaló una sonrisa y me ahorro 70 pesos argentinos (que después se cobraría la Universidad en los 600 dlls de inscripción), al mismo tiempo en que me abría la puerta y crujía su reciente rodilla de magnesio.

Llegado a Buenos Aires, a Charcas 3912, cerca de la Av. Santa Fé, desembarque mi equipaje, mis ganas y mis ropajes apestosos. No sabía el torbellino que me esperaba, pero se presentó con un: "hola, vos sos Alfonso?", que había producido un toque al timbre hacía unos segundos atrás.

Sebastián, el casero de Casa Buenos Aires, lucía las paredes con muchos hostels de otras partes del mundo y se veían fotos de el en el Perú, Bolivia, en Europa y en mi muy amado México.

Y ya estaban ahí... hombres y mujeres de Colombia, España, Irán, Francia, Perú, Alemania, de casi cualquier rincón, la mitdad viajeros, la otra mitad semi-residentes, y de esa mitdad, la mitad din�micos y la otra taciturnos. Y yo, solo, sin equipaje, con una sonrisita amistosa.

Vino una fiesta colombiana, mis lecturas en el Página/12 (mi periódico electo argentino), mis "ché, boludo!", una visita a la muy recomendada "Floricienta" (recomendada por la princess), bifés de chorizo, asados, vacíos, matahambres de cerdo, empanadas argentinas, descontroles de voltimetros (aquí no usan el 110V!!, son raros, diagonales entradas de 220V!) y visitas que después me gustará describir detenidamente.

La Casa Rosa esta algo decolorada de los lados, por cierto.

Extraño lo intangible de México y disfruto por ahora todo lo que se ve de esta ciudad, creo que esa conjunción de mezclar mi parte ingenieril con mi artística (raquiticas pujantes ambas) se tendrá que consolidar con el hecho de que la disciplina será imprescindible para explayarlas y hacerlas breves en su contenido y extensivas en sus aplicaciones.

Hoy iré a ver cine de arte, una producción alemana del 2002 llamada "La Secretaria de Hitler", trabajaré en la tesis inconclusa también y pretendo dormir temprano porque el lunes tendré mi primera clase en la Torre de la Universidad de Blegrano, que de paso es muy diferente a la de allá, y corroborando lo leído, en efecto, aquí mucha de la construcción es Vertical, la Universidad tiene como 30 pisos y una excelente vista, tan alta que casi te puedo ver.

Saludos...